En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, desde el Programa Materno Infantil de la Provincia se propone poner en palabras una serie de “mitos y verdades” sobre el amamantamiento para fomentar y fortalecer esta práctica entre todas las mamás de Tierra del Fuego.
La lactancia materna es una práctica ancestral, que no requiere de un conocimiento especializado para realizarla y que ha sostenido a nuestra especie en una evolución de doscientos mil años. Sólo en el último siglo se generalizó el uso de leches de otros mamíferos, y de las aditivadas producidas por la industria, para consumo de los niños. Cada cultura ha dado a la lactancia materna características propias y en el acto de amamantar se ha transmitido un tesoro simbólico invalorable. Por eso la lactancia materna es un patrimonio de la salud de las comunidades.
Pero en nuestra sociedad circulan nociones sobre la lactancia materna que aportan una información falsa y desalientan a muchas mujeres de dar de mamar: que es dolorosa, que algunas mujeres no producen suficiente leche, que el bebé se queda con hambre, que no es necesaria después del sexto mes. Estas creencias han condicionado la manera de actuar de muchas madres en todo el mundo.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, desde el Programa Materno Infantil de la Provincia se propone poner en palabras una serie de “mitos y verdades” sobre el amamantamiento para fomentar y fortalecer esta práctica entre todas las mamás de Tierra del Fuego.
La doctora Ángeles Morseletto, responsable del Programa Materno Infantil, expresó que “queremos que todas las mujeres estén bien informadas ya que existen muchas creencias populares que desalientan a las mamás a la hora de dar el pecho a sus hijos”, en este sentido enfatizó y resaltó que “todas las mujeres pueden dar de mamar a sus bebés”.
“Algunas mujeres piensan que no generan leche o que no la producen en la cantidad necesaria”, explicó la profesional, aclarando que “todas tienen la capacidad de producir incluso más cantidad de leche de la que necesita su bebé, simplemente hay que ser paciente y comprender que dar la teta requiere de un proceso de aprendizaje”.
“Puede ocurrir que el amamantamiento resulte doloroso justamente porque la mamá aún no adquirió la experiencia y lo esté realizando en una postura que dificulte la succión por parte del bebé”, comentó Morseletto.
La médica pediatra resaltó que “la leche materna es el mejor alimento que se les puede dar a los bebés” y recomendó que “hasta los 6 meses se dé de manera exclusiva y luego se combine con otros alimentos”, detallando que “la composición de la misma cambia de acuerdo con las necesidades del niño y es su fuente primordial de nutrición durante los primeros 12 meses de vida”.
“A veces se piensa que si el bebé no engorda se debe a que la leche de la mamá no es buena o que no alcanza a satisfacer al niño”, relató Morseletto, y consideró que “en la mayoría de los casos se debe a la baja frecuencia con que se prende el bebé al pecho o a una mala técnica en la posición”, recordando que “el mejor estímulo para producir leche es la succión constante”.
En relación a la ingesta de medicamentos y ciertos alimentos, la doctora explicó que “existen muy pocos remedios con los que no se puede amamantar y la dieta de la mamá no debe sufrir grandes restricciones”, de todas maneras recomendó “siempre consultar con el médico antes de decidir”.
Para finalizar la pediatra habló sobre el planteo de que la lactancia ata a la madre y que la alimentación con mamadera es más sencilla, “la leche materna está disponible todo el tiempo y es gratis, no hay que prepararla ni calentarla y definitivamente la teta de mamá no necesita ser esterilizada”, pero por sobre todo destacó que “favorece el vínculo por que el niño encuentra no sólo alimento sino también contacto y cariño. El pecho es fuente de alimentación y consuelo, ambos iguales de importantes para su desarrollo”.