Concejal Luis “Lolo” Cárdenas – Partido Arraigo y Renovación.
El sábado próximo pasado, en la oportunidad de la apertura del XXXI período de Sesiones Ordinarias del Concejo Deliberante de nuestra ciudad, el Sr. Intendente Municipal, como tradicionalmente se hace, hizo uso de la palabra y los recursos visuales disponibles, tal como una pauta publicitaria en el intento de vender un producto vacío de contenido.
Esto es así pues, en el discurso formulado luego de una exposición visual institucional bastante repetitiva, pareció más el intento de vender un producto vacío de contenido, pues incluso me dio la sensación que hablaba de una ciudad y una realidad totalmente distinta a la que vivo y vivimos los vecinos de Ushuaia.
En relación a la Obra Pública, se repitieron las mismas obras anunciadas el año anterior, pero con la diferencia que “ahora sí” se van a terminar, es decir, no se anunciaron nuevas obras de infraestructura absolutamente necesarias para la ciudad, como ser la reconstrucción o reparación de la Av. Perito Moreno, el asfalto de las distintas calles de la ciudad (no el emparche que se esta haciendo), las cloacas, el saneamiento de la Bahía Encerrada, la puesta en marcha de la Planta Procesadora de Crustáceos, etc.
El jefe comunal sigue sosteniendo que la única actividad productiva rentable es el turismo, pero se olvida de los productores del Valle de Andorra, hacia los cuales no se ha formulado ninguna política en los últimos años ni tampoco se formularan en el presente año, el fortalecimiento de la actividad pesquera local, la reactivación del Matadero Municipal, que en éste último caso omitió deliberadamente hablar del tema.
Esta significativa omisión, en el discurso del Intendente, vale recordar que fue cerrado hace ya casi DOS AÑOS, acción esta que perjudica no solo a productores de la zona sino que atenta contra la salud pública de la población. Parece hasta contradictorio, por un lado se anuncian reuniones con empresarios y gremialistas, para lograr mantener y controlar los precios, y por otro lado, por falta de acciones concretas basadas en un capricho infantil, no se puede faenar en la ciudad aumentado significativamente los costos y cerrando fuentes genuinas de trabajo.
En relación al transporte público de pasajeros, tibiamente se hizo mención del mismo al final del discurso, para que discurra sin mayores sobresaltos. Gestión ejecutiva de su parte que fracasó con todas las letras, ya que no solo aun no se ha llamado a licitación tal como legalmente corresponde, sino que además como premio al pésimo servicio de transporte público que se brinda se otorgó un aumento de más del 35% de los boletos y más del 50% en subsidios del estado a favor de la empresa.
La ciudad en la que vivo y en la que todos vivimos y circulamos todos los días, tiene sus calles destruidas, está sucia, sus veredas no están en condiciones, no es inclusiva. Se favorecen a ciertos sectores productivos mientras se fomenta el empobrecimiento de otros.
Pero para el Intendente gran parte de esta situación se debe al invierno que tuvimos, que estadísticamente fue el más benévolo en los últimos años. Pero como la culpa es de otro, hagamos responsable de los males de la ciudad a la situación climática. Mientras tanto, la realidad es otra muy distinta, que la sufren cotidianamente nuestros vecinos.
Esta gestión se ha caracterizado por la falta de planificación, pero recién hoy a más de 6 años de desastrosa administración, el Intendente se dio cuenta que para construir ciudad hacen falta acciones planificadas.
Esperemos que en lugar de buscar la crítica irrazonable a los planteos efectuados por quienes queremos una ciudad diferente, inclusiva y en donde el desarrollo local crezca razonablemente al ritmo de la población, podamos apreciar un cambio en este barco sin rumbo, que el propio Intendente se encargó de dejar a la deriva.